Hola, hoy quería comentarte como en los casos en que la glándula mamaria es muy pequeña y escasa, el resultado que queremos obtener con forma natural, necesitará un tratamiento diferente a los casos de las mamas tuberosas (Caso 1 y Caso 2).
Es aquí cuando precisamos utilizar más tejido que únicamente la propia glándula mamaria, ya que la escasez del mismo no seria suficiente como para cubrir y enmascarar nuestro implante anatómico recubierto de poliuretano.
Estos casos tienen también poca distancia entre la areola y el surco submamario al igual que las mamas tuberosas, como puede apreciarse en el marcaje preoperatorio. Por ello si pusiésemos un implante conservando el surco submamario original, ocasionaría un resultado poco elegante, pues las areolas quedarían enfocando al suelo, cuando ellas deberían de quedar en posición frontal tras la cirugía.
Decidí entonces descender el surco submamario a una posición más anatómica, y dada la escasez de tejido para cubrir el implante utilicé la ubicación submuscular. El abordaje de entrada fue el nuevo surco submamario y desde ahí realizar toda las maniobras para colocar nuestro implante por detrás del músculo pectoral mayor, el cual nos daría mayor cobertura al mismo.
El postoperatorio de estos casos en los que hay que modificar la posición original de la musculatura pectoral, precisa de un buen sujetador modelante y compresivo durante al menos 3 semanas, y concomitantemente realizan tratamiento fisioterápico de drenaje linfático manual.
Transcurridas las 4 semanas, nuestra paciente volvió a su actividad física que fue reiniciando paulatinamente, pero entre la 3ª y la 4ª semana ya se le indicó realizar ejercicios específicos de estiramientos musculares de la zona torácica.
Nuestra paciente de hoy es una chica muy sana y enamorada de la actividad física, pero vivía acomplejada con su imagen, y que gracias a esta operación se encuentra más femenina.
Estaré encantado de recibirte en mi consulta para un análisis personalizado, llámame al 928 401 500 o 606 368 209.